Vi como el tatuaje sobre su antebrazo se hundía difuso en la piel, y los trazos parecían mostrarme el firmamento.
"Quien bebe de mí, tendrá vida eterna." recordé. Algún versículo del Nuevo Testamento.
Acerqué mi boca lentamente a esos labios profundos sin carne, y me perdí en ellos con un beso último, uno de esos besos en los que se deja todo.
· "Me sentí caer por un pozo de agua negra y gélida. El frío llegaba hasta mi corazón" --oíme decir--
· "Todo se tornaba más confuso, menos fijable" --seguí luego de eso--
· "Creí desvanecerme tras el veneno, y soñé con un tatuaje y una caída" --continué--
· "Pero el sueño era lúcido" --sorprendido exclamé--
· "Y me respondí:"
· Te oigo, me oigo.
· "Te oyes, me oigo"
. "Y así me desvanecí pausadamente en un espacio en movimiento, sin pausa"
· Y a la vez que me iba perdiendo, me iba encontrando.
· "Porque todo lo que perdí lo recuperé"
· Porque la guerra.
domingo, 16 de diciembre de 2007