jueves, 14 de febrero de 2008

No pasaría un día sin ensoñarme con algún afecto de mujer.
Sufriría
la mañana que despertase sin fantasías de grato amor,
y no tenga mas que en mí propósitos.
la tarde que bañe con nostalgia un sólo corazón,
propio e individual.
la noche infame que se atreva a abrir el firmamento entero,
sólo por un par de ojos.

¡Dególlenme!, si es que muero habiéndo vivido.