"No; ¡No!; N-O; ¿NO?; ¡¿NO?!; N...o; Nooooo; Nnnnno; No...; no."
No lo entiendo, teniente... de un cucharón.
No debería porque. No nos encontramos en posición de hacer tal cosa.
¿No dirá eso porque estamos atrincherados, heridos de muerte (yo sin una pierna, usted sin su hígado), por LA PALABRA?
No no, nunca. Jamás. Neva'. Lo digo porque solo dentro de unos momentos escaparemos de su látigo definitivamente. No debería preocuparle entonces más, esto de comprender. No pudimos hacerlo nunca, y cuando seriamos capaces de hacerlo, ya no tiene por que preocuparnos, cabo... Polonio.
"¡Agh-!"
[Una bomba carnicera cae sobre la pequeña zanja que nuestros heroes habían construido con sus propias manos, durante varios años en silencio, para no alertar a La Palabra. Pedazos de masa encefálica salen volando en todas direcciones, y los expectadores se deleitan con los trozos, engulléndolos y vomitándolos luego en una fosa común, donde profanarán la memoria de los rebeldes para luego olvidarlos. Esas son las monstruosas legiones de La Palabra, y así es la guerra]
martes, 17 de julio de 2007