viernes, 27 de julio de 2007

Nos irritamos por las máscaras (las descubrimos también)
Buscamos acabar con ellas, uniéndolas.
Aprendemos que deben existir.
Empezamos a odiar darles los mismos usos a cada una, siempre.
Queremos alternar los usos de las máscaras y descomponerlos.
Dudamos acerca de si lo que hay que cambiar, es el mero sentimiento hacia ellas.

martes, 17 de julio de 2007

"No; ¡No!; N-O; ¿NO?; ¡¿NO?!; N...o; Nooooo; Nnnnno; No...; no."

No lo entiendo, teniente... de un cucharón.

No debería porque. No nos encontramos en posición de hacer tal cosa.

¿No dirá eso porque estamos atrincherados, heridos de muerte (yo sin una pierna, usted sin su hígado), por LA PALABRA?

No no, nunca. Jamás. Neva'. Lo digo porque solo dentro de unos momentos escaparemos de su látigo definitivamente. No debería preocuparle entonces más, esto de comprender. No pudimos hacerlo nunca, y cuando seriamos capaces de hacerlo, ya no tiene por que preocuparnos, cabo... Polonio.

"¡Agh-!"

[Una bomba carnicera cae sobre la pequeña zanja que nuestros heroes habían construido con sus propias manos, durante varios años en silencio, para no alertar a La Palabra. Pedazos de masa encefálica salen volando en todas direcciones, y los expectadores se deleitan con los trozos, engulléndolos y vomitándolos luego en una fosa común, donde profanarán la memoria de los rebeldes para luego olvidarlos. Esas son las monstruosas legiones de La Palabra, y así es la guerra]

martes, 10 de julio de 2007

La carne de la niña fue trémula, como si llamase a los carroñeros a atropeyarse en su sed de coito.
No menguó nunca mi interés, por más que nunca tampoco se alzó. Estaba muerto, no descompuesto.
Siguió moviéndose. Fue hipnótica, brutal, la música, era extraña, y la extrañaba. La nostalgia es infinita, e inexplicable en su infinitud, mas es el pecado más terrible, el de no querer con la fuerza suficiente.
La quería, quería su género, quería su tipo y su estereotipo. Las preguntas no llenaban el vacío, igual que estas palabras no lo hacen ahora. La palabras son peor, peor que una droga. La droga al menos te permite atarte a ella, pero las palabras... no aman ni dejan que nadie las ame. Solo se les puede tener lástima, o estar irremesiblemente sujeto a ellas. Prefiero morir allá afuera, en el silencio del páramo, que vivir esclavizado en su seno.
Verga: eso necesitaba la niña. Y yo necesitaba que ella lo necesitase.

Después, el querer.

miércoles, 4 de julio de 2007

- ¿Saber?, ¿cómo?, ¿qué es ESO? {levantando solo un dedo señala detrás de su interlocutor. Este se da vuelta a ver de que se trataba: no encuentra nada}
Verás, realmente creo que estás obsesionado. ¿Cómo es eso de conocer, y conocer +, y ¡+!?
Loco: controlate. Para una cachín y observá lo que estás pidiendo para el resto de tu vida.
¿Comés conocimientos?, ¿sentís conocimiento?, ¿y cuando estás todo chivado, transpiras conocimiento?, ¡¿acaso pensás esquivar una piña con conocimiento?!

- Si. Eso y mucho más.

- Sos un desquicie man. Me juego las bolas a que todo ese conocimiento te lo vas a tener que meter por el culo más de una vez de acá al día que te mueras.
Más aún, me pone muy triste imaginarme en tu lugar el día de tu muerte, porque te advierto una cosa: tu conocimiento no te va a salvar.


Memento mori.

martes, 3 de julio de 2007

La insoportable trivialidad de existir nos está rebasando, señor. Sabemos que se siente como ahogarse en un vaso de cloroformo (y no es que lo hayamos hecho, no, pero es obvio)
Si todo es tan trivial señor, ¿por qué volvemos a la pregunta de cual es el sentido de todo, o cada cosa...?

{Silencio, acaso de minutos-radiales}

{Una polilla pasa volando frente a la nariz de alguien, quedando irremisiblemente escabiada por su hálito etílico}

Galimatía, paráfrasis, moncholo, Alcorta, matar, Cantbury, espejo, humo, amor, cantares.-
A eso llamo yo una zarta de estupideces: no tiene sentido.

[eu!, IDEA: ¡el sin-sentido es la no-divina confirmación de nuestra pseudo-libertad!]

...

Señor, lo dejo. Debo volver a mi casa, que mi mujer me espera hace unos días y debe estar ya preocupa*hic*da.

x a1guna raz0n[0 n0] me s0ba 1a maz0rca 1a < parte de t0d0 <··· 353 //0-|*(_)//70 74//.813//


me recag0 en 1a atarax1a[4#0|Z4...]

Asquerosa contradicción, unánime decisión del orto.

Me condenan, me lanzan a la boca del volcán furioso para saciar la sed de su dios popular y violado. ¡Qué asco!

Pero son humanos (oh perdónalos divina nadidad), y no saben que sus palabras se desvanecen más pronto que ellos.

...

¿Qu...?, ¿qué e...?, ¿ESO?, ¡¿ESO?!

¡Hijos de puta!, ¡hijos de una camionada de putas!, ¡NO PUEDEN SER TAN IMBÉCILES!

¡Se regodean en su misera presencia, en su contacto visual y sonoro!, ¡pelotudos de mierda!

Ojalá pasen por la peor de las situaciones, algo les pase [no lo peor, lo peor no], aunque eso no sea. Pero que se den cuenta, que no sean tan ciegos e imbéciles. No me importa no verlo, no quiero eso [lo quiero], pero no, ¡no importaría!, me basta con saber que les va a suceder, tarde o temprano.

[Aunque digo esto como si realmente nadie más lo estuviese pensando acaso de mi] ¡PERO NO LO PIENSAN! [No lo sé] ¡NO LO SÉ, Y POR LO TANTO NO IMPORTA! [...]

Silencio..., es lo que necesito [...]

No lo dejan de hacer..., NO LO DEJAN [no puedo pedirlo: es un encuentro, y en el silencio habitan fantasmas] Que cretinos. Quiero volarles los sesos y luego yo [tendencia suicida], no, no, es normal. La muerte es la norma [¿La vida una excepción?] ¡Una mierda! ¡Una puta condena a la razón!

"¿...qué es esto?, ¿qué es esta razón que me pone en pie de guerra con toda la creación?..."

a la identidad muerte a la identidad muerte a la identidad muerte a la identidad muerte a la identidad muerte

[muerte a la identidad muerte a la identidad muerte a la identidad muerte a la identidad muerte a la identidad]

La pregunta más mierda que se puede hacer es: "¿Todo bien?", pero en serio.

Traducida sería algo como: "Che, sos un enfermo. ¿Querés hacerte el loco y cambiar, boludito?. Sos la misma mierda que cuando te conocí, y lo vas a seguir siendo siempre, así que acostumbrate, basura insignificante"

Y la reputisima madre que los remil parió.

"Ojo, te lo digo yo, tu amistad, pero represento a toda la conchuda sociedad", "Morite si querés mañana, te vamos a llorar unos días, pero te vamos a recordar como queramos, y toda tu grandiosa complejidad, toda esa imbecilidad que tanto te autocomplace, se va a ir por el caño como un cago"

Así que, básicamente, a todo el mundo le hincha soberanamente las pelotas que les rompan el clítoris que se crean de uno, esa foto enmarcada que tiene que quedarse juntando polvo en un rincón de sus rutinas. Los muy putos quieren el orden. Pero hey, mejor CUALQUIER orden al peor de los escenarios: comerse que el mundo es más grande que nuestras bolas y que el universo no es ego-céntrico.

Muerte a la puta identidad.

Esta muchacha…

La conocí en una noche asquerosa. Fue un festejo absurdo, aunque agradable, por una fechita absurda que insistimos todos en recordarnos.

El encuentro fue arreglado. Esa noche todos éramos consortes de la Palabra, que por poco se nos materializó en alguna de sus formas obscenas y húmedas (la gran ramera)

La madre de la cumpleañera era una artista hecha y derecha. La comida estaba fría, pero eso no nos distrajo de los cuadros que nos señalaron eran de su "autoría" (la duda no es particular. Dudo en general de "autoría") Fantásticos, muy lindos. No sabría decir más.

No sé exactamente en que momento, pero todo se tornó leve. Las luces se hicieron menos espesas, y el aire al contrario fue lo único que se encendió con el humo de los cigarrillos. Recuerdo, si, un momento en donde puse de manifiesto que aquella noche elegía el silencio, sin más rodeos que esas mismas palabras, que en realidad me rodeaban de todo.

La chica en cuestión estaba a mi izquierda, alta (creo más que yo), fumando y moviendo calmamente la mano de arriba a abajo, las brasas de la punta siguiendo mis pupilas también, de arriba a abajo. No me molestaba; de hecho siempre lo dije: me agrada el perfume del tabaco. Desgraciadamente mis bronquiolos no pueden decir lo mismo. Ella era rubia, ajena porque no la conocíamos, pero hablaba con sensatez en el tono. La imagino con un dolor en la mano, sin saber porque.

La palabras volaron así: un cielo nocturno despejado en Tikrit; arenas y tierra y rocas; calma pero tensión en el aire; un destello, seguido de cientos de decenas rojas y burbujeantes, derramando fuego sobre el horizonte como se vierte la mezcla en el molde. Lo que se obtiene es distinto aquí, ya que en el cruce celestino de estas fugaces solo se genera muerte.

Terminado el asunto, yo algo bamboleado y con un cansancio terrible, nos vamos. Mantuve mi elección hasta último momento, por más unbearable que haya sido para el pluri-putiverso. Ella nos acompañó a un amigo y yo los aisle todo el camino: fantásticos. Ella establece contacto en un momento dado, y vuelan algunos fuegos entre nostros, 3. Pero para mi sorpresa lo que llega a mi es igual a lo que yo lanzo. De pronto me sentí jugando al delegado.

Hoy estuve pensando en ella todo el día. ¿Por qué cuerno?, bueno, la vi. Cruzando frente a mi primero (y un amigo, en esta situación inexistente), cosa a la que me fingí no avisorado, y minutos más tarde, parada en una vidriera frente a donde estaba sentado mirando que… ¿velas?, ¿muebles?, ¿mamparas?, no recuerdo. Era boludo.

La cuestión es que juraría que estaba viendome en el reflejo de la vidriera. Lo juraría. No sé porque, por algún flogisto brillantito que se supone me habita o algo. De ahí, de ese hecho, *kaploth*

La cabeza me estuvo haciendo génesis todo el día con respecto a esa muchacha. Virginia creo. No sé, pero me pregunto algunas preguntas que no tienen ni obvian respuestas, y las respuestas están cerca, ¡cerquita!, si considero que siempre todo es uno y está a uno de distancia. Uno tiene que tomar la Decisión.

Si aquella noche decidí no decidir, es porque siempre supe que la decisión se autoyuxtapone add-infinitum y vuelve: te repatea el culo, dejandote una nalga con un NO marcado y la otra con el SI. Imaginensé donde quedaría marcada la indecisión…

Hola, y adiós.