Dejar un comentario Posted by Mr. J en julio 20, 2009 Edit
Etimológicamente hablando, ecología proviene del griego. οἶκος, oikos, transfigura en eco. Remite a la idea de “casa”, con un sentido más cercano al de “hogar”, ya que antiguamente incluía a las relaciones domésticas (familiares y de dominación) a parte del espacio físico. λόγος, logos, que se mantiene logos, es difícil de definir según nos advierten, así que nos conformamos con decir que encontramos contenidos y solapados los sentidos de palabra, razón, discurso.
Pensemos lo similar que es la raíz a la de economía. Podríamos traducir al tun-tun y para contrastar “Estudio de los asuntos del hogar” y “Administración de los asuntos del hogar” ambos términos, respectivamente, y de pronto no se hace tan casual las tensas relaciones que han parecido existir entre ambas disciplinas en la observación corriente.
Edgar Morin nos da una idea breve del desarrollo contemporaneo del término común:
La ecología es una disciplina científica que se creó, a finales del siglo XIX, con el biólogo
alemán Haeckel; en 1935, el botánico inglés Tansley concibió la noción central que distinguió el
tipo de objeto de esta ciencia de los de las otras disciplinas científicas: el ecosistema. En 1969,
se produjo en California una unión entre la ecología científica y la toma de conciencia de las
degradaciones del medio natural, no sólamente locales (lagos, ríos, ciudades), sino en lo
sucesivo globales (oceános, planeta), que afectan a los alimentos, los recursos, la salud, el
psiquismo de los mismos seres humanos. Se produjo, así, un paso desde la ciencia ecológica a
la conciencia ecológica.
Además, se realizó la unión entre la conciencia ecológica y una versión moderna del
sentimiento romántico de la naturaleza que se había desarrollado, principalmente en la
juventud, durante los años 60. Este sentimiento romántico encontró en el mensaje ecologista su
justificación racional. Hasta entonces, todo «retorno a la naturaleza» había sido percibido en la
historia occidental moderna como irracional, utópico, en contradicción con las evoluciones
«progresivas». De hecho, la aspiración a la naturaleza no expresa sólamente el mito de un
pasado natural perdido; expresa también las necesidades, hic et nunc, de los seres que se
sienten vejados, atormentados, oprimidos en un mundo artificial y abstracto. La reivindicación
de la naturaleza es una de las reivindicaciones más personales y más profundas, que nace y se
desarrolla en los medios urbanos cada vez más industrializados, tecnificados, burocratizados,
cronometrados. (El pensamiento ecologizado, Gazeta de Antropología No 12, 1996 Texto 12-01)
Más allá de esto, ¿a qué podemos llamar ecología como campo de estudio?
Tedio. En esta hermosa página de la Sociedad Planeta Vivo pueden encontrar las 3 definiciones que actualmente tienen un uso más difundido (La de Haeckel, la de Andrewartha/Birch, y la de Odum)
Me interesa señalar que en todas las definiciones el objeto de estudio tiende a tomar un aspecto dinámico e inter-dependiente, por lo que factores bióticos y abióticos se relacionan en un juego constante. Ésto nos permite suponer que los enfoques funcionales e históricos adquieren tanta o mayor preeminencia que el enfoque descriptivo en el estudio ecológico.
Si miramos muy por encima las divisiones que son posibles hacer del mundo biofísico, podemos también armar un espectro en el que constantemente hay un intercambio con el medio abiótico, de materia y energía
Partículas sub-atómicas -> Átomos -> Moléculas -> Organoides -> Células -> Tejidos -> Órganos -> Organismos -> Poblaciones -> Comunidades -> Ecosistemas -> Biomas -> Biósfera
Cada estadío representa un nivel de organización con sus complejidades intrínsecas, y por tanto con sus propiedades particulares, a las que llamamos emergentes por ser un resultado de la pertenencia a ese nivel y sus interacciones en él, y no de la suma de los factores que dan lugar a la estructura física que permite su existencia. Así, podemos decir que cada nivel implica al nivel anterior, pero no se explica por él. El estudio de cada grado en esta escala exige una perspectiva paradigmática particular, y en ese sentido la ecología ha debido servirse de múltiples disciplinas ya existentes para entender aquello que ha sido del interés de sus estudiosos, y por lo tanto de quienes le dieron forma.
La ecología centra su interés por delante del organismo u individuo en esta escala, y así son los niveles de integración de población, de comunidades y ecosistemas aquellos en los que se centra el grueso de su estudio.