domingo, 25 de enero de 2009

Chalkie sound es el del viento fresco que mastico matutinamente estos días.

La sonrisa tonta de los edificios húmedos no me desanima. Siempre hay algún tonto, alguien para culpar. Aunque la acusación es muy pesada. Prefiero pasar las calles pensando en la inmensidad y la Fortuna que está buenísima y arrecia como tempestad lila en noche entrada en años.

Trato de caminar sin prestar demasiada atención, pero el perfume de lavanda no se quita de los transeutes. Todos se ven muy acongojados. De sus miradas chorrea eau de toilette, que su ropa absorbe y regenera en magnetitas repulsivas. Mejor tener cuidado… no me gusta el sabor metálico de la negatividad (-)

En fin. Corro mentalmente hacie el límite del mundo (que queda en el límite de las escaleras de mi edificio) Todo se me hace muy poco presuroso fuera de mi cabeza. Mejor me apuro.

- Le otorgo mi pleitesía, noble trovador.

Retoños dulces de jacarandá engalanaron sus palabras con deliciosas reverencias decadentes. Cada flor contra la faz rugosa del camino era un dedo de mis manos que pulsaba por estar sobre su rostro de Ceilán.

El juvenil cantor de melodías dio tres brincos y una cabriola, majestuosa como las hazañas que relató a la Dama de los Caminantes. Súpose luego, que en el viaje de regreso a su lar, encontrose el pobre trovador, rico en sabiduría, una bolsa que también enriqueció su estadía en el Reino Temporal de Dios nuestro Señor.

Así son recompensados quienes ante la belleza no guardan emoción.

Tengo esta extraña sensación. Digo “extraña” porque no pueda definir si proviene de mi mismo o algo me la impuso. La tengo desde hace días; ya se harán semanas dentro de no mucho.

Mi sensación podría describirse de alguna forma como sed. Tengo sed de algo, y no sé de qué. Podrá sonar inocente, pero realmente traté de aplacarla con toda clase de bebidas: agua natural, agua fría, gaseosas dulces, gaseosas no tan dulces, cerveza, sandía, ciruela.

No hay caso. Sigo sediento, acalorado por algo que se siente en toda la boca y la garganta como una tensión seca y rasposa.

Algo no estoy haciendo para saciarla, porque sigue acá, bajo mis ojos, pero espero que pronto algo haga encontrando lo que la causa.

Además, empezó en el sanatorio. Cuando estaba internado tenía muchos deseos de no estarlo más, y no sabía muy bien para volver a qué. Al comienzo imaginaba que con todo ese tiempo de reposo iba a poder ver los programas, leer los libros y escribir las cosas que quisiera, pero pronto me di cuenta de que nada de eso me llenaba allí dentro. Tenía verdaderos deseos de salir, caminar, hacer las cosas que no hago cuando puedo hacerlas.

Me dijeron luego que una de las cosas más importantes de la vida es saber apreciar el momento. No esa chotada de vivir en el presente que te enseña cualquier parafraseador de la movida “autoayudate”, sino s-a-b-o-r-e-a-r en cada detalle y como experiencias formantes en nuestras vidas las cosas que hacemos, sean cotidianas o no (y quizá con más razón en las primeras)

¡Hola Nati¡:

¿Cómo te va? ,a mi bien porque ya empezaron las vacaciones y la estoy pasando re-bien.

Tengo una ratita llamada “Matris”, un cuis llamado “Carlitos”, un pajaro llamado “Rambo”, un caracol llamado “Nicanor” y unos pececitos de colores.

A mi ratita se le esta saliendo el pelo porque se rasca mucho y tambien le sangra, pero ahora mi mamá le puso tinta china y unos medicamentos que el veterinario le dio no le sangra mucho ni se rasca tanto.

Estoy haciendo unos cursillos para entrar al Politécnico(colegio), lo malo es que no sé si entre o no.

A mi me encanta ver Dragon Ball Z por Azul, ¿a vos te gusta ver alguna serie?.

Mi papá anda engripado y mi hermana esta más hincha que nunca, ¿tu familia esta bien?.

Acá el clima es horrendo, lluvias, neblina, sin sol y para colmo sin nada que hacer.

Bueno, me voy despidiendo, un saludo, ¡CHAU!

1. Uno

4. Dos Dos

27. Tres Tres Tres

256. Cuatro Cuatro Cuatro Cuatro

3125. Cinco Cinco Cinco Cinco Cinco

46656. Seis Seis Seis Seis Seis Seis

823543. Siete Siete Siete Siete Siete Siete Siete

16777216. Ocho Ocho Ocho Ocho Ocho Ocho Ocho Ocho

387420489. Nueve Nueve Nueve Nueve Nueve Nueve Nueve Nueve Nueve

10000000000. Diez Diez Diez Diez Diez Diez Diez Diez Diez Diez

285311670611. Once Once Once Once Once Once Once Once Once Once Once

0. En algún momento perdimos la cuenta

Damián y Leonardo estaban confundidos, y no llegaban a creer que aquello fuese más que un sueño tonto.

Delante de ellos se erguía, plúmbea y oscura, la entrada al árbol de secoya. La puerta tenía un dintel grabado y dos hojas, una de ébano, la otra de alabastro.

- Mirá Damián: hay algo inscripto sobre la puerta. Me parece que es latín.

- “diês vel nox”: “día, o bien noche”, sería más o menos lo que dice.

- ¿Qué lugar es este?, ¿estamos soñando?

- No tengo idea che…

- Juzgando por el bosque que se extiende hasta el horizonte, diría que es muy probable. Además, el cielo tiene el color de tus ojos.

- ¿Estás daltónico?, es celeste, no marrón.

- Es marrón… ¿dónde podemos estar? Yo estaba en mi cama a leyendo. Creo que me quedé dormido.

- Yo estaba con Laura. También nos quedamos dormidos.

- ¿Qué estabas haciendo con Laura?

- Vino a mi casa. Ibamos a estudiar un poco y a ver una peli…

- Para para para. ¿Ustedes sólos?

- Sí… tenemos examen de discreta 2 el martes.

- Jaja, no me lo trago. ¿Y Luisa?, estaba en la facu, ¿no?

- Che, no le cuentes nada, por favor. Dejá que yo se lo diga. No hicimos nada.

- ¿Y por qué no querés que le cuente entonces, salame? No la cagues a Luisa, es re buena mina, y te quiere un montón. Además, es mi amiga también.

- Leo, aguanta. Dejame manejarlo a mí. Por favor, ¿está bien?

- Bueno, dejémoslo ahí. ¿Qué hacemos con esto?

- ¿Vamos por la puerta?

- No sé… me da cosa. Es medio tenebrosa.

- A mi me da curiosidad. ¿Ya te fijaste en los dibujos?

En la hoja negra había un toro circunscripto en un disco; en la blanca una espada dentada atravesando una montaña.

- Creo que hay que abrir una de las hojas.

- Vamos con la de la montaña. La del día creo.

- Che, no: noche. Elijamos la noche.

Hold still, moon flare of the evenings. My eyes can barelly grasp your holyness.

Hold still, falling leaf of the oaks. My breath can barelly be contained in front of your end.

Hold still, rising sun of the days. My hearth can barelly stand and face my death.

Oh, a plea to the Gods by the already-damned!

Oh, save us all in Your infinite mercy, Lords of the Lords!

Netherland ravels and unveils is palm before us. Nighthawks shater nightsky, inmense and vast on his fresh redemption of souls. You’ll see.
Craft this darkness I give you: make it sharper. Make it cut every soulwarden loose, every chantic ever sung, and every word you’d ever own. Open the dream, trim the Tapestry.
Free yourself.

jueves, 15 de enero de 2009

Carver mirá por la ventana, y siente curiosidad por el teledirigible durazno pastel.
Al poco tiempo, Carver se levanta de la silla y se dirige a su habitación, donde recoge un paño de toalla del suelo. Envuelve su muñeca con el paño, y toma un extremo con esa misma mano. Con la otra, se señala el pecho con gesto acusador.
Carver mira su biblioteca y toma el libro que en el lomo deja leer "Casa de Campo". Se lo lleva a la silla, y se sienta frente al vaso de agua.
El joven Carver se ve reflejado con su libro y su mano herida en el vidrio que lo separa del teledirigible, que se mueve muy lentamente por el cielo celeste pastel.

Inmediatamente se pone a escribir el suceso de Juan Manuel.