Tomar decisiones siempre fue como... importante. Importó siempre, a generaciones tras generaciones de pensadores y ultra-pensadores.
O sea... yo pienso en lo que para mi significó siempre esto de decidir, y me dan espasmos de paroxismo.
Haha, I already noticed that.
No te me rías, por favor...
Una nota triste se colgo de sus pestañas.
I... I didn't mean...
No te preocupes. No me arrepiento de nada, pero quiero contarte esto.
The longing laught cracked on a dim cacophony.
Todo el quid de la cuestión esta ubicado en lo siguiente: cuando uno depende demasiado de sus emociones, todo el mundo pasa frente a las manos como podría pasar el agua de un arroyo, y parece maravilloso. Pronto, cuando uno se da cuenta de que sus decisiones comenzaron a ser brutas aproximaciones sensuales, empieza a temblar, temiendo volverse baladí. Un epicureo pos-moderno. Te convencés de que no es así, sino que has aprendido a ver profundidades inescrutables para los ojos de casi toda persona (aunque guardás en lo profundo el anhelo de que haya, y encontrar por favor, más como tú mismo). Pero llega un momento en que no sentís más el tráfico de expectativas, y todo ese negro mercado se vuelve lo más legal y abogadil del mundo. Supongo que por la costumbre, como todo. No es de extrañarse, pero por un momento te detuvieses en tu atención arlequinesca a ver una cuadra atrás, como quien voltea a ver el rostro de quien pasó, podés encontrate con algo muy, muy raro (en algunos sentidos): aquella nube pasajera que cubría el sol cubría también una esperanza, y cuando despunta el racimo dorado de rayos frescos, también se derrama esa esperanza sobre tus meditaciones. Todo entonces se hincha, y parece una chanza de mal uso ese pesimismo que te envolvía cuadra después. ¿Qué era eso?, ¿por qué desanimar así?. No..., ¡hay que ser fuerte!, ¡cómo el sol!, que millones de años calentó, y millones más calentara los pastos y los hielos por igual. Así... así viajás dentro de tus viajes, ¡matryoshka con patas!
Entonces, my dear friend, este estado del espíritu es muy similar al estado del clima, y así de rápido cambia. Así de rápido se manifiesta el interés por el más abstracto de los problemas matemáticos, como se vuelca en la más rábiosa de las actitudes paternales, y luego cesa. Eso es inhumanamente humano; es tan propio que enajena; y tan inestable que se transforma en una insoportable estabilidad.
¿Por qué habíamos terminado en esto?
Because of your bleeding mouth. I'm sorry for hitting you... but you were being delirious.